Durante la Revolución Industrial y su expansión tanto las fábricas como los gobiernos vieron la necesidad de tener personal alfabetizado, obediente y con disciplina horaria que pueda cumplir funciones acorde a las necesidades que la época estaba generando. Esa necesidad origino el sistema educativo actual.
Hoy estamos ante lo que se conoce como la cuarta revolución industrial, que es el tiempo en donde la Inteligencia Artificial Generativa y próximamente la general están transformando las bases de todo lo que hasta ahora conocemos. A pesar de ello, no hay nociones de cambio o propuestas solventes respecto a cómo debería ser la educación en esta nueva era que estamos viviendo.
En los colegios y universidades del mundo tantos los profesores como docentes, están en un momento de inflexión en donde no saben cómo afrontar esta nueva realidad y en muchos casos ante la duda que les genera prefieren prohibirla en vez de aprender a usarla en favor no solo de la enseñanza sino en beneficio de su alumnado, lo que conlleva como toda prohibición que las personas implicadas busquen formas de seguir usándola pero sin que se den cuenta los demás, lo cual al final termina en un sinsentido. Es necesario poder tener el tiempo de reflexionar sobre las consecuencias que la Inteligencia Artificial tiene en nuestra vida. Y desde ahí tener la capacidad creativa e ingeniosa para aprovechar esta tecnología en vez de solo prohibirla, ya que es la única forma en la cual los alumnos de verdad aprenderán un contenido y podrán generar habilidades que les beneficie en el futuro.
La Inteligencia Artificial se quiera o no terminará haciendo trabajos de una u otra manera, se quiera o no se quiera, se prohíba o no se prohíba. Pero considero que la gran ventaja que existe a este hecho que es imposible de bloquearlo, es que se la puede utilizar como un mecanismo para que las personas aprendan de una nueva manera. Es decir, que si se pide que se realice un ensayo sobre la II guerra mundial, la importancia no estará ya en el hecho de hacer el ensayo como tal, sino en la capacidad de la persona para poder analizar críticamente si el documento está bien realizado o si tiene errores de sesgo o alucinaciones, esto lleva a los alumnos a no centrarse en escribir ensayos y trabajos, sino en crecer en capacidad crítica, además de que para formar un criterio es necesario conocer lo que ayudará a que exista oportunidades de investigación no para escribir sino para evaluar el trabajo que hace la IA, es ahí donde se puede aprovechar Inteligencia Artificial como un potenciador para que las personas lean, investiguen, revisen y al final determinen la certeza de la información que ha sido entregada. Para esto los docentes deben cambiar el paradigma tradicional de hacer escritos, ensayos, por una experiencia más oral y dialogante con el fin de que los alumnos adquieren habilidades de lectura, investigación y crecimiento. Debemos pasar de una educación en la cual el docente transmite conocimiento al de un mentor que acompaña el proceso en donde el alumno que es el mentoreado es quien se vuelve el protagonista de su aprendizaje haciendo uso de todos los recursos que el mundo le ofrece.
La IA llego para quedarse, depende de ti como usarla para sacarle provecho y mejorar a los demás o entorpecer tu labor y de quienes tienes bajo tu cargo.
Bryan Ergueta Arce